Historia de Rotary

Las cartas de Grace Irene Mann

En 1905, Paul Harris visitó Jacksonville, Florida, para retomar contacto con su amigo y exjefe, George C. Clark, y allí conoció a una mujer de una importante familia de Florida.

Grace Irene Mann y Harris se escribieron durante más de un año e incluso mencionaron alguna vez la posibilidad de casarse. Las cartas, actualmente guardadas en los archivos de Rotary, ofrecen un panorama distinto acerca de la vida personal del fundador de Rotary.

En dichas cartas expresaban su mutuo afecto, contaban chismes e intercambiaban ideas sobre sus familias, teología, filosofía y el rotarismo. Harris le mencionó a Mann su búsqueda de un lugar de reuniones para el Club Rotario de Chicago y le contó detalles respecto a los estatutos del club.

Mann respondió con entusiasmo:

“Me interesan mucho los estatutos y el reglamento de tu club rotario. Has expuesto todos los temas de manera clara y concisa, y el reglamento suena muy bien”.

En una de las cartas de 1906, Harris le proponía matrimonio a Mann, aunque en última instancia, la familia de ella la desalentó para que no se casara con el joven abogado. La correspondencia finalizó en mayo de 1907. En su última carta a Mann, Harris escribió:

“Verdaderamente me interesa tu futuro y te deseo lo mejor. Seguramente te va a ir bien y serás feliz. Dale saludos a tus amigos, los Dalton. Con aprecio, Paul P. Harris”.

Como se acostumbraba en aquel tiempo, Harris le devolvió a Mann sus cartas. Varios años después, conoció a Jean Thomson y se casaron. En la misma época, Mann se casó con John Murrell Bell y guardó la correspondencia con Harris en el ático de su hermana, May Mann Jennings, donde permanecieron hasta que demolieron la casa en 1963. A partir de entonces, las cartas quedaron bajo la custodia de la hija mayor de Mann, Elizabeth Bell Hightower.

Las cartas siguieron a cargo de la familia hasta que, en 1997, la familia Mann las donó a Rotary International. Cuando Alicia Dorsie-Frank, del Club Rotario de Arlington, Florida, estaba entrevistando a la hija menor de los Mann, Grace Bell Segraves Rogers, respecto a la historia de la Guerra Civil, se enteró de la correspondencia y le sugirió que donara las cartas a Rotary.

Tras cierta discusión, la familia estuvo de acuerdo, reconociendo la importancia de las historias personales para Rotary y su valor histórico.

Cuando se afilió a Rotary en 1994, William Segraves, nieto de Grace Irene Mann y socio del Club Rotario de Sarasota, Florida, no sabía nada de su conexión con el fundador de Rotary.

A Segraves le complació enterarse de algunos aspectos de la vida de su abuela materna a través de las cartas y, como rotario, lo impresionaron los “destacados logros de Rotary International y los rotarios del mundo entero, sin los cuales estaríamos viviendo en un mundo muy distinto”.

Asimismo, Segraves descubrió que la historia de Paul y Grace es un buen tema de conversación para relacionarse con personas interesadas en la historia de Rotary.