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Conexiones duraderas

Las subvenciones permiten a los becarios de Rotary aprender y establecer sus redes de contactos

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Cuando Adrian Faiers se casó el año pasado, entre los amigos y familiares presentes estaban Sira Lee y Alizée McLorg, dos jóvenes cuyas becas él había coordinado mientras ellas cursaban una maestría en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. Él se maravilla ante la remota conexión de las mujeres. Aunque una es de Corea y la otra de California, van juntas a bodas, conferencias y reuniones de Rotary. "Se han convertido en amigas íntimas", dice Faiers.

De las aproximadamente 1300 subvenciones globales de La Fundación Rotaria que se aprueban cada año, unas 200 se destinan a becas. Las becas financiadas por subvenciones globales costean estudios de posgrado en una de las áreas de interés de Rotary. Los distritos rotarios también pueden otorgar becas por medio de subvenciones distritales. Lee y McLorg, cuyas becas fueron financiadas por una subvención global y una subvención distrital respectivamente, aprovechan uno de sus principales beneficios: la oportunidad de establecer redes de contactos entre sí, con expertos en sus disciplinas y con el mundo de Rotary en general.

Especialmente en los lugares donde estudian un gran número de becarios financiados por subvenciones globales y distritales -como Londres, donde se encuentra la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, así como King's College y otras universidades- los becarios tienen su propio nicho dentro de la esfera rotaria. "Se convierten en una comunidad muy, muy buena", dice Faiers, socio del Club Rotario de Dulwich, Peckham and Crystal Palace, quien como presidente del Subcomité de Becas del Distrito 1130 se ocupa de coordinar a los becarios que llegan a Londres.

  • $62.90milones

    Fondos destinados a becas financiadas por subvenciones globales

  • 1602.00

    Becas financiadas por subvenciones globales otorgadas

  • 55.00

    Países y áreas geográficas que han recibido becarios financiados por subvenciones globales

  • 68.00

    Países de origen de los becarios financiados por subvenciones globales

Conoce a cuatro becarios de Rotary y descubre cómo las conexiones que han establecido por este medio les ayudan a cambiar el mundo.

Allison Furniss
Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica)

"Creo que el hemisferio norte tiene mucho que aprender del hemisferio sur", afirma Allison Furniss, candidata a un doctorado en antropología de la Universidad de Ciudad del Cabo. Ella conoce algo tanto del norte como del sur: Actualmente vive y estudia en una ciudad situada en el extremo sur de África, pero esta canadiense creció en Whitehorse (Territorio del Yukón).

Furniss, de 35 años, había pasado cuatro años después de graduarse de la universidad trabajando para organizaciones sin fines de lucro en Tanzania y Namibia. Allí utilizó el deporte juvenil como herramienta para promover la igualdad de género y la sensibilización sobre la salud pública. Esta experiencia despertó su pasión por el trabajo humanitario y por África, así que tras regresar a Canadá, Furniss solicitó su admisión a un programa de maestría en politología de la Universidad de Ciudad del Cabo para especializarse en el área de justicia y transformación.

"Para mí era filosóficamente muy importante estudiar África desde África", dice Furniss. Su beca financiada con una subvención global pagó sus estudios de maestría, cuyo elemento fundamental fue su trabajo de campo en la provincia de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo. Allí conoció la vida social y económica de las mujeres que trabajan como mineras artesanales, extrayendo coltán, un mineral que contiene tantalio, el cual se utiliza en condensadores comunes en la electrónica moderna. También descubrió importantes brechas entre la experiencia de esas mujeres y las leyes y políticas nacionales e internacionales elaboradas para mejorar las condiciones del sector minero del Congo.

A pesar de lo imprevisible que resulta realizar un trabajo de campo en esa parte del mundo -se registró un brote de ébola durante su primera estancia en el Congo-, Furniss se encuentra este año en ese país realizando trabajo de investigación para su doctorado. "Todo cambió para mí a partir de mi experiencia de trabajo de campo", dice. Espera mantener siempre un pie en la esfera práctica, como el desarrollo de políticas o la promoción. "No quiero guardar en la torre de marfil los conocimientos que adquiera a través de esta experiencia. Quiero difundirlo lo más posible", dice.

Según Furniss, hoy en día Sudáfrica trabaja para luchar contra la desigualdad racial y de ingresos. Ella menciona la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá, cuyo objetivo es reparar la relación entre el gobierno canadiense y las comunidades autóctonas, y que se inspiró en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación sudafricana creada bajo la presidencia de Nelson Mandela. "La riqueza y la contextualización de estar aquí en Sudáfrica fue realmente importante para mí", dice. "Hace que lo que estudias cobre vida".

Kayla Stovall
Universidad de Edimburgo (Escocia)

Rotary y las vicisitudes del destino llevaron a Kayla Stovall a su trabajo como especialista en prevención de Uplift Education, una red de 45 escuelas con sede en Dallas, Texas (EE.UU.). Stovall promueve programas centrados en el abuso de drogas, la violencia en el noviazgo de los adolescentes, el establecimiento de relaciones positivas, la salud sexual y la prevención del suicidio en las escuelas. También pone en contacto a los estudiantes que se enfrentan a la falta de vivienda con programas de alojamiento.

Su experiencia en el aprendizaje socio-emocional con alumnos de primaria surgió de su investigación para su maestría en salud pública. Como becaria financiada por una subvención global en la Universidad de Edimburgo, había seleccionado tres posibles temas de una lista de aproximadamente 60, y eligió centrarse en el modo en que las relaciones de los estudiantes escoceses con sus profesores afectan su salud socio-emocional. "Este campo profesional me eligió en ese momento", dice.

Es posible que esto haya determinado su trayectoria profesional, pero el catalizador fue Rotary. Stovall, de 26 años, descubrió Rotary por primera vez cuando asistió a un campamento de RYLA (Seminarios de Rotary para Líderes Jóvenes) entre su primer y último año de secundaria. "Nunca había oído hablar de Rotary", dice. "Todo lo que sabía era que me alejaría de casa durante unos días". Entre los miembros del personal del campamento había un becario financiado por una subvención global, y unos años más tarde, mientras ella trabajaba en un proyecto de Rotaract durante su último año de universidad, un mentor le recordó la posibilidad de obtener una beca. Stovall ni siquiera había considerado la posibilidad de cursar estudios de posgrado. "No pensé que fuera una opción para mí, simplemente porque fui la primera de mi familia en ir a la universidad", dice.

Ahora es socia del Club Rotario de Plano West, Texas, y trabaja para promover la idea de las becas financiadas por subvenciones globales en las universidades locales. "Estoy muy agradecida de estar en esta posición: [pasar] de ser una persona que ni siquiera pensaba que esta era una oportunidad a mi alcance, y ahora estar en el otro extremo", dice.

Ser socia de Rotary, estudiar en Escocia, trabajar en Uplift: todo ello, dice, se reduce al establecimiento de redes de contactos que pueden ayudar a hacer del mundo un lugar mejor. "Una de las herramientas más poderosas de las que disponemos son las conexiones", explica. "Es entonces cuando se forjan vínculos y se crea la paz".

Mitchell Paquette
University de Essex (Inglaterra)

Mitchell Paquette pasa mucho tiempo en línea. Trabaja como investigador de código abierto para el Citizen Evidence Lab, el cual forma parte del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional. Cuando surge una crisis, como una protesta masiva, un conflicto armado o un desastre medioambiental, él y su equipo exploran las redes sociales y otros datos disponibles públicamente, y luego trabajan para verificarlos utilizando imágenes de satélite, mapas de calor y otras técnicas. Son como reporteros de guerra en busca de posibles violaciones de los derechos humanos.

Paquette, de 28 años, llegó a Amnistía después de una temporada en el New Media Advocacy Project, organización sin fines de lucro con sede en el estado de Nueva York, realizando tareas de edición y producción de video para organizaciones de derechos humanos. Se sentía impaciente y esperaba estar tomar una parte más activa en la lucha por los derechos humanos. "Básicamente, quería trabajar para las organizaciones para las que hacía videos", dice.

Asistió a la Universidad de Essex con una beca financiada por un subvención global en 2018 y 2019, obteniendo una maestría en derecho internacional especializado en derechos humanos. Además de sus estudios, fue voluntario en el Cuerpo de Verificación Digital de Amnistía, el cual es una red de seis universidades en todo el mundo que capacita a personas para examinar la enorme cantidad de contenido digital sobre posibles abusos de los derechos humanos. Tras su graduación, pasó a trabajar en Amnistía, donde ahora supervisa a los voluntarios del Cuerpo de Verificación Digital. "Este espacio es realmente apasionante", dice.

En el futuro, Paquette espera ampliar los horizontes de su cargo, incorporando más testimonios en persona, sobre el terreno, o enfocándose en la responsabilidad legal de los violadores de los derechos humanos. En la actualidad, aprecia su posición proactiva en una organización de derechos humanos presente en todo el mundo. No tengo que ver las noticias y ver "guerra en país X" y sentirme mal por ello", dice. "Puedo participar de forma muy inmediata en esa labor".

Hannah Emerson
Escuela de Asuntos Internacionales de París (Francia)

Hannah Emerson tiene 23 años y ya ha vivido en siete países: Estados Unidos (su país de origen), Alemania, Grecia, Rusia, Suiza, Tailandia y ahora Francia, mientras estudia con una beca financiada por una subvención global. Está claro que le ha picado el gusanillo de la internacionalidad. "Una vez que lo tienes, es difícil dejarlo", dice.

Ella estudia política medioambiental en la Escuela de Asuntos Internacionales de París perteneciente al Instituto de Estudios Políticos de París. Tiene previsto realizar un trabajo de campo en Kenia (país nº 8) y luego completar su doble titulación en Inglaterra (nº 9), en la Escuela de Economía de Londres. Su interés se centra en las adaptaciones climáticas y en cómo pueden contribuir al desarrollo sostenible. También está estudiando la forma de estandarizar la evaluación del éxito, para que las mejores adaptaciones puedan implementarse a nivel mundial.

Ella busca intervenciones que promuevan tanto el desarrollo económico como un mundo más ecológico. Por ejemplo, las comunidades que no tienen acceso a la red eléctrica podrían recibir paneles solares para crear un suministro de energía autosuficiente. Sus otros intereses son la agricultura sostenible, la ecología política del agua y la seguridad alimentaria.

Cuando termine su doble titulación, Emerson prevé dividir su tiempo realizando trabajo de campo y como consultora. "Mi visión para este papel sería asegurarme de incluir los intereses de todos", dice, "y asegurarme de que se tienen en cuenta especialmente a las comunidades marginadas y sin derechos".

• Esta historia fue publicada originalmente en la edición de mayo de 2022 de la revista Rotary.

Tipos de becas de Rotary

Becas de Rotary pro Paz. La Fundación Rotaria otorga estas becas a personas con título universitario y profesionales para cursar estudios en el campo de la paz y resolución de conflictos.

Becas financiadas por subvenciones globales. Destinadas para estudiandes de posgrado que estudian en el extranjero en una de las siete áreas de interés de Rotary.

Becas financiadas por subvenciones distritales. Estas becas pueden utilizarse para patrocinar a estudiantes de secundaria, universitarios en programas de pregrado o posgrado para cualquier carrera, ya sea en su país de origen o en el extranjero.