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El pensamiento creativo ayuda a financiar la educación infantil temprana

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Proporcionar cuidados a los niños pequeños no solo cambia sus vidas, sino que cambia la sociedad. Un socio de Rotary de Luisiana (EE. UU.) encontró la manera de hacérselo ver a los donantes.

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Cuando Patrick Moore se propuso recaudar fondos a favor de la educación infantil en su pequeña comunidad del centro de Luisiana (EE. UU.), se enfrentó a un gran problema: el agotamiento. Los donantes potenciales de la zona estaban cansados de que se les solicitara contribuciones.

«Salir a la calle y pedir dinero no funciona en estos momentos», afirma Moore, socio del Club Rotario de Alexandria, Luisiana (EE. UU.). «Como empresario y persona que ha formado parte de directivas de fundaciones, he visto cómo te solicitan contribuciones todos los días, dos veces al día, para distintas causas. Después de un tiempo, la gente se cansa».

Pero a fines de 2023, Moore encontró una razón poderosa para llamar a las puertas de los donantes, por muy cansados que estuvieran. Una fundación que prestaba servicios en su zona, la parroquia de Rapides, Luisiana, ofrecía una subvención compartida que podía aportar millones a la comunidad para financiar los servicios de guardería que tanto se necesitaban. La fundación dijo que equipararía la cantidad donada por la comunidad. Moore decidió mostrar a los líderes empresariales locales que apoyar la educación infantil temprana contribuiría a crear una mejor fuerza laboral a largo plazo. 

Sabía lo importante que era la causa. 

«Vi una presentación sobre la educación infantil temprana en nuestro club rotario. Me dejó atónito», afirma. «Vimos imágenes del cerebro de un niño que había recibido atención y cuidados, y otro que no. La diferencia era realmente sorprendente».

Según el First Five Years Fund, el cerebro de los niños forma más de un millón de nuevas conexiones neuronales cada segundo desde el nacimiento hasta los cinco años. Un entorno estimulante y atento produce un mejor desarrollo cognitivo y mejora la capacidad de los niños para manejar sus emociones. Dado que es la única época en la que el cerebro de los niños crece y cambia a un ritmo tan intenso, no hay forma de reparar el daño en un niño desatendido durante estos años.

«La gente no entiende realmente  que la mayor parte del cerebro de un niño se desarrolla antes de llegar al jardín infantil o al primer grado», afirma Cindy Rushing, directora de educación infantil del distrito escolar de la parroquia de Rapides y enlace con la Red de Educación Infantil de Rapides. «Si no lo hacemos en los primeros años, no sucederá. Esperar hasta que estén en la escuela secundaria es demasiado tarde».

Pie de foto: Patrick Moore, socio del Club Rotario de Alexandria, Luisiana (EE. UU.), encontró una novedosa forma de recaudar fondos para la educación infantil en su comunidad. 

Razones económicas a favor del cuidado infantil

Moore y otros socios de su club rotario llevaban tiempo buscando formas de apoyar la educación infantil. Cuando se enteraron de la subvención compartida, patrocinada por la Fundación Rapides local, se sorprendieron al saber que solo quedaban cuatro meses para la fecha límite. Pero Moore pensó que un sentido de urgencia podría motivar a los donantes agotados a contribuir. Sabiendo que muchos eran empresarios como él, decidió presentarles un argumento comercial para que donaran.

«Elaboré una especie de plan de inversión.  Fui a diferentes entidades y les dije: 'Les voy a dar una oportunidad para invertir'», cuenta. «Cuando se pregunta a estas empresas: '¿Qué necesitan?', responden: 'Dios mío, necesitamos trabajadores'. Pues bien, al financiar la educación infantil, básicamente estamos sembrando semillas. Este dinero ayudará a nuestra comunidad a tener una fuerza laboral más sólida en el futuro».

Una vez que Moore consiguió que la gente pensara con tal perspectiva, su propuesta resultó irresistible.

«Una persona, cuando se lo conté, me dijo: 'Un momento, esto es como un programa de contratación y retención'», dice Moore. «Le dije: '¡Bingo!' Ya lo tienes».

Los socios del club de Alejandría también contribuyeron sustancialmente. Liderado por Katie Vanderlick, presidenta 2023-2024, el club acordó donar 20 000 dólares procedentes de su pequeña fundación. Los socios individuales aportaron alrededor de 20 000 dólares más. Varios de ellos ya habían estado trabajando con organizaciones locales y el gobierno estatal para aportar más fondos a la comunidad.

«La infancia temprana es la base de todo el aprendizaje que se produce más adelante», afirma Cindy Cespiva, socia del club y exgobernadora de distrito. «Y supone una gran diferencia para las familias cuando los padres tienen esa oportunidad de llevar a sus hijos a un entorno de calidad. Pueden ir a trabajar y no tener que preocuparse del cuidado de los niños».

Incluyendo las labores de Moore, los rotarios recaudaron cerca de 500 000 dólares antes de la fecha límite. La Fundación Rapides igualó esa suma, y luego el gobierno estatal igualó el total. Al final, los 500 000 dólares que Moore y su club ayudaron a recaudar se convirtieron en 2 millones de dólares para becas de educación infantil en Rapides Parish.

‘Va a hacer grandes cosas. Puedo sentirlo.’

Moore conoció a uno de los beneficiarios de esas becas a través del director de una guardería de su barrio. Angel Sands tiene a su hija Ryatt, de tres años, matriculada en la guardería.

«Me sentí muy aliviada cuando me enteré del programa de becas. Estuve llamando a distintas guarderías, intentando averiguar cuánto tendría que pagar, y no podía permitírmelo», dice Sands. «El programa me ha benefició mucho».

Una vez que pudo permitirse pagar el cuidado infantil, Sands pudo asistir a clases para obtener su diploma de equivalencia de estudios secundarios general. Actualmente está estudiando para convertirse en asistente médico, una profesión que eligió debido a una tragedia que sufrió en su propia vida. En 2018 perdió a su hijo de nueve días por septicemia. Cree que murió a causa de errores cometidos por el personal médico y espera poder aprender a hacerlo mejor para otras madres. Mientras asiste a clases, se alegra de saber que Ryatt recibe excelente cuidado.

«Tienen un gran plan de estudios para los niños», dice. «Mi hija llega a casa y me cuenta los días del mes, y yo le digo: '¡Pero si solo tienes tres años!'. Va a hacer grandes cosas. Puedo sentirlo».

Eso depende en parte del futuro más inmediato. La Fundación Rapides, el Club Rotario de Alexandria y unos 50 socios de la comunidad se han comprometido a recaudar fondos para tres años más de becas. Más allá de eso, el destino de la educación infantil en Rapides es menos seguro. Rushing espera que una mayor concienciación se traduzca en apoyo a una mayor financiación a nivel estatal. 

Moore sigue informando a los donantes que su dinero trabaja para ellos. Recientemente crearon un informe sobre el rendimiento de la inversión de la subvención, para mantener el espíritu empresarial.

«A menudo, si se financia un parque o algo así, hay un corte de cinta y una foto en el periódico. Seis meses más tarde, el parque está cubierto de maleza y uno se pregunta qué sucedió». «Así que envié un informe de retorno de la inversión para decir: 'Esto es lo que hemos hecho con su dinero', solo para mostrar ese impacto a más largo plazo. Así es como piensan a nivel corporativo. Siempre piensan en el conjunto».

Más información sobre el compromiso de Rotary con la educación básica y la alfabetización.

— Septiembre 2025


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