Los voluntarios son el alma del programa de Intercambio de Jóvenes de Rotary
En 1970, el sueco Olof Frisk participó en el Intercambio de Jóvenes de Rotary y quiso estudiar en Colorado (EE. UU.) ya que también deseaba esquiar. Pero fue el encuentro con los otros estudiantes de intercambio en el distrito lo que marcó el rumbo de su vida.
En ese momento, supo que quería convertirse en rotario. Más adelante se afilió a un club rotario y se desempeñó como presidente de club, presidente del Comité de Intercambio de Jóvenes de su distrito y luego como presidente del Comité Multidistrital de Intercambio de Jóvenes que supervisa el programa en toda Suecia. Hoy, como gobernador del Distrito 2340, Frisk sigue involucrado con el programa y cree que el voluntariado para ayudar al crecimiento del Intercambio de Jóvenes es una inversión en el futuro de Rotary.
«Si no has participado en un Intercambio de Jóvenes y no has visto la interacción de los jóvenes que participan en él, no sabes lo importante que es este programa», afirma Frisk. «Estudiantes de todo el mundo se convierten en líderes al tiempo que forjan amistades entre ellos. Este es el concepto original para la construcción de la paz».
¿Te animas a participar? A diferencia de otros programas de intercambio, el Intercambio de Jóvenes de Rotary funciona exclusivamente con voluntarios, por lo que siempre se necesitan más personas dispuestas a colaborar. Existen puestos tanto a nivel de club como de distrito.
George French, estudiante de Intercambio de Jóvenes de Rotary de Minnesota (EE. UU.), es recibido por Ivone Pinheiro de Souza Silva y Ednei da Silva, sus padres anfitriones en Guarulhos (Brasil), localidad ubicada cerca de São Paulo.
Fotografía: Maira Erlich
Familias anfitrionas
Con diferencia, lo que más se necesita son familias anfitrionas. Si tu distrito ya cuenta con un programa, comunícate con el presidente del comité de tu club. Al igual que todos los voluntarios, ya sean rotarios o no rotarios, que trabajan con jóvenes, las familias anfitrionas deben completar una solicitud, someterse a una verificación de sus antecedentes penales y sus referencias, y realizar una entrevista en persona.
«Este es el mejor punto de partida. Te da una gran perspectiva si vas a coordinar el programa a cualquier otro nivel», dice Sabrina Barreto, consejera de los estudiantes de Intercambio de Jóvenes del Distrito 4500 (Brasil) que participaron en intercambios de corto y largo plazo.
La madre de Barreto, Emanuelle, socia del Club Rotario de Natal-Potiguar, preside el Comité Distrital de Intercambio de Jóvenes y ha acogido a más de 40 estudiantes, desde que Sabrina tenía un año. Emanuelle Barreto dice que otra forma de participar es ofrecerse para servir como consejero.
Consejeros
Los clubes asignan un consejero que sirve de enlace entre el estudiante, el club, la familia anfitriona y la comunidad en general. El consejero es el principal contacto rotario del estudiante, facilitándole la transición al país y a la comunidad mediante interacciones regulares y directas durante todo el intercambio.
El consejero no podrá tener autoridad sobre el intercambio del estudiante (por ejemplo, no podrá ser miembro de la familia anfitriona del estudiante, director de la escuela a la que asiste el estudiante, presidente de club o funcionario de Intercambio de Jóvenes del club o distrito). Los consejeros deben ser capaces de responder a cualquier problema o preocupación que pueda surgir, desde las simples preguntas de los estudiantes sobre cómo desenvolverse en su nueva ciudad hasta los inusuales casos de abuso o acoso.
«Es muy importante que el consejero establezca una conexión con el estudiante», explica Emanuelle Barreto. «No se trata solo de invitarles a tomar un café o un bocadillo o de llevarles al cine. Tienes que conocerlos y pasar tiempo con ellos. A veces eso significa pasar tiempo juntos sin hacer nada».
George French y Regina Alesi participan en una reunión de Rotary durante sus intercambios en Brasil.
Fotografía: Maira Erlich
Formar parte de un comité
Si ya tienes experiencia, considera la posibilidad de integrar el Comité de Intercambio de Jóvenes de tu club o distrito. Un comité del club planifica, ejecuta y apoya todas las actividades relacionadas con el envío y la acogida de estudiantes de intercambio de largo y corto plazo. Como integrante de un comité de club, asistirás a las reuniones distritales de Intercambio de Jóvenes, establecerás las expectativas respecto a la participación de los estudiantes en las reuniones y actividades del club, obtendrás la opinión de los estudiantes y notificarás al presidente del Comité Distrital de Intercambio de Jóvenes cualquier problema o inquietud.
En el ámbito del distrito, los miembros del comité trabajan con el/la gobernador/a y el funcionario distrital a cargo de la protección de los jóvenes para supervisar todo el programa del distrito. Los funcionarios de protección de los jóvenes se encargan de fomentar entornos seguros en todos los programas para jóvenes. Para desempeñar este cargo, necesitarás contar con experiencia profesional en la gestión de situaciones de acoso y abuso, así como estar familiarizado/a con la normativa de RI y las leyes locales y nacionales pertinentes.
Algunos distritos se unen para formar un comité multidistrital de Intercambio de Jóvenes a fin de agilizar las tareas administrativas en una región más extensa. Cada grupo multidistrital funciona de forma diferente, pero muchos organizan la capacitación de los voluntarios y la orientación de los estudiantes, tramitan las solicitudes y los visados, negocian los precios de los viajes y los seguros del grupo y promocionan el programa en su región.
Cargos de apoyo
Si ninguno de los cargos mencionados anteriormente se ajusta a tu tiempo y talento, considera ayudar a correr la voz sobre el programa. «Hay tantas cosas por hacer», añade Sabrina Barreto. «Hay que establecer relaciones con los clubes, las familias y otros distritos. No tienes por qué ocuparte necesariamente de los adolescentes. Hay un papel para todos los interesados».
Sea cual sea este, la labor es gratificante.
«No he tenido mejor sensación que ver a los jóvenes que he formado en la otra punta del mundo logrando grandes cosas», afirma. «Solo de hablar de ello se me pone la piel de gallina. Me siento muy orgullosa de ellos».
Este artículo fue publicado originalmente en el número de junio de 2024 de la revista Rotary.