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La promesa del método madre canguro

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Al nacer, una cría de canguro se mete en el marsupio de su madre, se agarra a un pezón y permanece ahí hasta que está más desarrollada. Ahora imagina que pudiéramos hacer algo parecido con un bebé humano nacido prematuramente. Ese es el concepto en el que se basa una intervención de baja tecnología conocida como método madre canguro.

«El método madre canguro consiste en el contacto piel con piel del bebé con la madre o con otro miembro de la familia: el padre, la abuela, los tíos y los hermanos, todos lo han hecho», afirma Doug McMillan, socio del Club Rotario de Calgary (Alberta) y neonatólogo con experiencia en salud infantil mundial. Las madres reciben apoyo para que practiquen la lactancia materna exclusiva y, si otra persona ayuda con el método canguro, el bebé se alimenta de leche materna almacenada.

El método se desarrolló hace más de cuatro décadas en Colombia, cuando los médicos investigadores Edgar Rey Sanabria y Héctor Martínez-Gómez buscaban una forma de mantener cálidos y junto a sus madres a los bebés porque su hospital no disponía de incubadoras para recién nacidos de bajo peso. En aquel momento, la tasa de mortalidad de los recién nacidos con bajo peso en su hospital era del 70 %.

Una subvención global de La Fundación Rotaria financió un proyecto para mejorar el programa del método madre canguro en un hospital de Uganda.

Cortesía de Doug McMillan.

Desde entonces, múltiples estudios han demostrado que el método madre canguro salvan vidas de recién nacidos: mantiene mejor la temperatura corporal, mejora la nutrición y el crecimiento, disminuye las infecciones y mejora el vínculo entre la madre y el bebé, explica McMillan, miembro del Equipo de Asesores Técnicos de La Fundación Rotaria (Cadre). También tiene beneficios para las madres, ya que reduce la depresión posparto y mejora su capacidad percibida para cuidar de sus recién nacidos.

Pero aunque la mortalidad infantil ha disminuido drásticamente, según la Fundación Bill y Melinda Gates  1,6 millones de bebés prematuros o con bajo peso al nacer mueren cada año en su primer mes de vida. Más del 75 % de las muertes de bebés prematuros se pueden prevenir utilizando los conocimientos actuales y la atención clínica básica.

En Uganda, la tasa de mortalidad neonatal es de aproximadamente 19 por cada 1000 nacidos vivos. En los últimos años, en el Hospital Regional de Referencia de Mbarara, al suroeste de la capital, Kampala, morían cada año unos 200 bebés ingresados en la unidad neonatal. Alrededor del 70 % eran prematuros. Las dos principales causas de muerte eran la hipotermia, ya que los bebés nacidos prematuramente suelen ser demasiado pequeños para mantener una temperatura adecuada, y las infecciones, dos afecciones que se ven agravadas por la desnutrición.

Ahí es donde intervinieron los rotarios. Los clubes rotarios de Mbarara (Uganda) y Calgary at Stampede Park, Alberta (Canadá) solicitaron una subvención global de La Fundación Rotaria para mejorar el programa de método madre canguro del hospital.

A través del proyecto, que comenzó a finales de 2020, más de 40 enfermeras, matronas, pediatras y otros médicos recibieron formación en el método madre canguro. El proyecto también ha hecho posible la elaboración de un plan de estudios para que el personal sanitario enseñe a las madres a seguir el método madre canguro. El plan de estudios se ha traducido al idioma local y se ha impreso, y ahora las madres pueden formar a otras madres en el método.

En cifras

  1. 1,6 millones

    Bebés que mueren cada año en su primer mes de vida por nacimiento prematuro o bajo peso al nacer

  2. 75 %

    Porcentaje de muertes por prematuridad que se pueden prevenir

  3. 150 000

    Número estimado de vidas que podrían salvarse cada año mediante la aplicación inmediata del método madre canguro

En el marco del proyecto, varias modistas confeccionaron 500 portabebés para el método madre canguro, lo que generó ingresos en la zona. Estos portabebés son más fáciles de usar y son mejor aceptados que las kangas, o trozos de tela, que las madres usaban anteriormente para llevar a sus bebés, dice McMillan, que lleva más de 20 años sirviendo como voluntario en Mbarara. Entretanto, los rotarios pudieron conseguir comidas para las madres que las necesitaban, lo que mejoró la lactancia materna y redujo la tasa de mujeres que abandonan prematuramente la atención hospitalaria.

Además, la subvención ayudó a financiar mejoras en la unidad de neonatos. Antes de la subvención, en enero de 2020, la unidad solo tenía un termómetro y carecía de otros equipos. Al menos dos bebés compartían cuna, a menudo con el colchón roto, lo que aumentaba el riesgo de propagación de infecciones. La unidad neonatal cuenta ahora con el equipo necesario para tratar a los bebés enfermos, más espacio para camas y sillas para sentarse, explica Sheila Abaasa, expresidenta del Club Rotario de Mbarara.

Rotarios de Brasil, en colaboración con rotarios de la India, también apoyan esta práctica a través de una subvención global. Su subvención se destinó a un hospital situado en la frontera sur de Paraguay con Argentina, una zona densamente poblada con un alto índice de pobreza. El Hospital Ministro Costa Cavalcanti se destaca por su atención a los niños, dice Alexandre Kraemer, del Club Rotario de Foz do Iguaçú-Grande Lago. El hospital atiende a embarazadas de alto riesgo de la ciudad y la región, así como a brasileñas que viven en países vecinos, principalmente en Paraguay. También se ocupa de urgencias obstétricas.

La subvención ayudó a comprar equipos, incluidos arneses y sillones fabricados especialmente para la lactancia materna. Los portabebés están fabricados con un tejido especial diseñado para ayudar «a la madre a tener al bebé en su regazo como hacen los canguros, para transmitir a este los latidos del corazón de la madre, su calor corporal y su afecto, lo que ayuda a estrechar el vínculo entre una madre e hijo», afirma Kraemer. «Esto ayuda a prevenir problemas de salud mental como la depresión posparto. Naturalmente, también reduce la duración de la estancia hospitalaria y la mortalidad materna e infantil».

Los resultados positivos fueron numerosos, afirma Kraemer, pero sobre todo «el entorno se hizo más acogedor, eliminando gran parte de la frialdad típica de los hospitales y las salas de maternidad». «Esto forma parte de la humanización de la atención que tanto deseamos».

El método madre canguro también evoluciona. Un estudio publicado en 2021 en The New England Journal of Medicine sugiere que iniciar esta práctica en cuanto nacen los bebés prematuros o con bajo peso puede salvar hasta 150 000 vidas cada año. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud recomienda iniciar los cuidados una vez estabilizado el bebé en una incubadora o calentador. Esto puede llevar una media de tres a siete días.

Imágenes cortesía de Doug McMillan

«Mantener a la madre y al bebé juntos desde el nacimiento, sin separación, revolucionará el modo en que se practican los cuidados intensivos neonatales a los bebés nacidos antes de tiempo o muy pequeños», afirmó Rajiv Bahl, jefe de la unidad de salud neonatal de la OMS y coordinador del estudio, en un comunicado sobre los resultados. «Cuando se inicia lo antes posible, el método madre canguro puede salvar más vidas, mejorar los resultados de salud de los bebés y garantizar la presencia constante de la madre con su bebé enfermo».

Los resultados del estudio apuntan a la necesidad de contar con unidades de cuidados intensivos dedicadas a la madre y el recién nacido, que se han creado en algunos países para que las madres puedan proporcionar cuidados continuos conforme al método madre canguro. Las madres reciben atención posparto sin separarse de sus bebés. Si una madre tiene complicaciones, un sustituto continúa empleando el método madre canguro mientras la madre se recupera.

En Uganda, el proyecto del método madre canguro ha dado resultados prometedores en el hospital de Mbarara. Abaasa afirma que los equipos suministrados en el marco del proyecto se han utilizado para tratar a más de 4000 recién nacidos en los dos últimos años. Las afecciones más comunes tratadas han sido la prematuridad, la asfixia al nacer y la sepsis neonatal.

En general, la tasa de mortalidad neonatal de los pacientes hospitalizados ha descendido del 15 al 7,5 % en estos dos años, y la supervivencia de los bebés que recibieron tratamiento conforme al método madre canguro es de aproximadamente el 96,5 %.

Mientras tanto, McMillan dice que él y otras personas buscan establecer alianzas con clubes rotarios para proporcionar portabebés e instrucciones del método madre canguro en Ucrania durante la guerra con Rusia. «Aunque el método madre canguro puede ayudar a bebés en todo el mundo, la necesidad en Ucrania es mayor, ya que muchos hospitales han sido bombardeados y otros sufren cortes de electricidad».

Este artículo se publicó originalmente en el número de junio de 2023 de la revista Rotary.

Rotary amplía el acceso a cuidados de calidad para madres y niños de todo el mundo.