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Los rotarios abordan de forma directa los problemas de salud mental

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Rotary cuenta con un notable historial en materia de iniciativas relacionadas con la salud. Hemos ayudado a llevar la polio al borde de la erradicación y los clubes han emprendido innumerables proyectos centrados en la prevención de enfermedades y el apoyo a la salud materno-infantil. Ahora, la pandemia mundial ha puesto de relieve otro aspecto de la salud que a menudo se pasa por alto: la salud mental. En muchos lugares, la depresión, la ansiedad y el suicidio se consideran cosas de las que hay que avergonzarse que deben ocultarse. Sin embargo, los socios de Rotary son conscientes de las carencias en cuanto a conocimientos y recursos, y decidieron dar un paso adelante para ayudar.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de 264 millones de personas en todo el mundo sufren de depresión.

"Hace un año, el Grupo de Acción de Rotary sobre Iniciativas de Salud Mental contaba con 50 miembros", comenta Bonnie Black, socia del Club Rotario de Plattsburgh, Nueva York, y presidenta del grupo de acción. "Hemos triplicado ese número durante la pandemia, y creo que se debe a que ahora existe una mayor concienciación sobre la salud mental y el bienestar". 

Según la Organización Mundial de la Salud, más de 264 millones de personas en todo el mundo sufren de depresión, y aunque muchos trastornos mentales pueden tratarse eficazmente a un costo relativamente bajo, muchas personas que necesitan tratamiento no lo reciben. 

Felix-Kingsley Obialo, socio del Club Rotario de Ibadan Idi-Ishin (Nigeria), dirige la rama local de un proyecto denominado Wellness in a Box (Bienestar en una caja), en el que su club colabora con el Club Rotario de Wellesley, Massachusetts (EE.UU.). "La salud mental es un área que ha sido descuidada por mucha gente durante demasiado tiempo debido al estigma asociado a ella", dice Obialo. "La participación de los clubes rotarios reducirá gradualmente el estigma, y cada vez más personas comenzarán a sentirse cómodas al abordar este problema".

La salud mental es un área que ha sido descuidada por mucha gente durante demasiado tiempo debido al estigma asociado a ella", dice Obialo. "La participación de los clubes rotarios reducirá gradualmente el estigma, y cada vez más personas comenzarán a sentirse cómodas al abordar este problema.


Socio del Club Rotario de Ibadan Idi-Ishin (Nigeria) y gerente del proyecto Wellness in a Box

Refugiados y migrantes reciben acceso gratuito a servicios de salud mental en Alemania

En 2014, cuando la doctora berlinesa Pia Skarabis-Querfeld vio llegar a Alemania a refugiados que huían de la guerra y otras atrocidades, se sintió obligada a ayudar. Skarabis-Querfeld, socia del Club Rotario de Kleinmachnow, acabó lanzando una organización sin ánimo de lucro llamada Medizin Hilft (La medicina ayuda). Con el apoyo de una subvención global de la Fundación Rotaria y de clubes de todo el mundo, la organización, formada casi exclusivamente por voluntarios, dona cada año miles de horas de atención médica a refugiados y migrantes.   

Sin embargo, los médicos del grupo se dieron cuenta rápidamente de que, además de necesitar atención para las dolencias físicas, cerca de la mitad de sus pacientes tenían síntomas de problemas psicológicos o trastornos psiquiátricos, como depresión, trastorno de estrés postraumático y adicciones. En 2020, el Club Rotario de Morehead City-Lookout, Carolina del Norte (EE.UU.) colaboró con Medizin Hilft para conseguir otra subvención global que permite a la organización ofrecer servicios gratuitos de salud mental.

Bajo la dirección de Ulla Michels-Vermeulen, una psicóloga que también es socia del club Kleinmachnow, psicólogos, psiquiatras, traductores y trabajadores sociales ayudan a personas como Fatma, enfermera siria que en su día trató a víctimas de atentados. Cuando la situación se volvió demasiado peligrosa en Siria, Fatma abandonó su hogar, pero la huida fue traumática, explica Michels-Vermeulen.

 

Ignorar estos problemas de salud mental tiene un costo muy alto para la sociedad, y es un derecho humano recibir ayuda si se está enfermo.


Psicóloga y socia del Club Rotario de Kleinmachnow

Mientras cruzaba el Mediterráneo, Fatma vio cómo varios pasajeros se ahogaban antes de que otra embarcación acudiera a rescatar su barco a la deriva. Ella pasó tiempo en un campo de refugiados donde la gente dormía en tiendas de campaña, no había médicos ni se disponía de suficiente comida. Además, ella fue agredida sexualmente varias veces durante el viaje.

"Fatma ha obtenido la autorización para quedarse [en Alemania] y va a la escuela para aprender alemán, pero sigue recibiendo asesoramiento. Tiene pesadillas, insomnio, problemas de concentración y reviviscencias", explica Michels-Vermeulen. "Ignorar estos problemas de salud mental tiene un costo muy alto para la sociedad, y es un derecho humano recibir ayuda si se está enfermo".

Una campaña en las redes sociales intenta acabar con el estigma asociado a la salud mental

Después de que, hace unos años, Darren Hands invitara a unos oradores a hablar sobre la salud mental en una conferencia del Distrito 1175 (Inglaterra), él y otros rotarios locales se sintieron inspirados a hacer más. "Fue muy impactante, y después pensamos: '¿Qué podemos hacer nosotros, como rotarios, en materia de salud mental? Somos gente de acción, pero no somos profesionales en este campo. Pero seguro que hay algo que podemos hacer para ayudar'", dice Hands, presidente del Club Rotario de Plympton.

Se les ocurrió una campaña en las redes sociales llamada "Don't Bottle It Up" (No lo embotelles [ocultes]), que anima a las personas afectadas por la depresión, la ansiedad u otros problemas a solicitar ayuda. "La mayoría de las personas con problemas de salud mental esperan más de un año para hablar con alguien", explica Hands. "Con esta campaña, esperamos contribuir a acabar con parte del estigma".

Darren Hands ha facilitado la participación de los socios de Rotary en la campaña "Don't Bottle It Up". "Simplemente se toman una foto sosteniendo una botella y me la envían", señala Hands, quien la publica en las redes sociales y añade estadísticas sanitarias locales para que el mensaje sea más relevante.

Lanzada en 2017 en el Distrito 1175, la campaña presenta a atletas y celebridades locales posando con una botella de agua y el mensaje "Don't Bottle It Up". Los anuncios señalan que una de cada cuatro personas en el Reino Unido padece algún tipo de enfermedad mental, e instan a no sufrir en silencio.

Dos años después, la iniciativa se lanzó a nivel nacional en el Reino Unido y en Irlanda. El grupo cuenta con un sitio web y una página en Facebook. En la actualidad 28 figuras públicas y unos 60 rotarios han compartido su imagen y su mensaje en las redes sociales.

"No tenemos forma directa de saber si la campaña ha marcado la diferencia", señala Hands. "Pero para mí ya sería un éxito si una sola persona que tiene pensamientos suicidas o sufre de depresión o ansiedad ve una de estas imágenes y decide buscar ayuda o al menos hablar con alguien".

Wellness in a Box crea comunidades que apoyan a los adolescentes

Las estadísticas sobre suicidio y depresión entre adolescentes son preocupantes. Por ejemplo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en Estados Unidos, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años y la pandemia mundial ha hecho que los jóvenes estén más aislados que nunca.

Wellness in a Box, la campaña de concienciación sobre la salud mental en las escuelas que el club de Felix-Kingsley Obialo apoya en Nigeria, fue puesta en marcha en 2013 por Bob Anthony, entonces socio del Club Rotario de Wellesley, Massachusetts (EE.UU.), en una escuela secundaria local. El programa se ha ampliado a 20 escuelas en Nigeria, 18 en la India y tres en Puerto Rico.

A través de vídeos, talleres y debates en grupo, Wellness in a Box presenta información a los estudiantes, padres y profesores sobre la depresión y el suicidio, sobre actividades para fomentar las habilidades para enfrentar problemas y sobre cómo buscar ayuda. El programa enseña a líderes estudiantiles a dirigir un plan de estudios centrado en la prevención de la depresión. Asimismo, el programa promueve la concienciación, disminuye el estigma y crea una red de adolescentes y adultos que pueden identificar a las personas que necesitan ayuda para remitirlas a los profesionales.

Durante una sesión de capacitación de Wellness in a Box en Ibadan (Nigeria), Felix-Kingsley Obialo trabaja con estudiantes para que se conviertan en líderes entre sus pares.

Más de 264 millones de personas en todo el mundo sufren de depresión.

A pesar de que existen tratamientos eficaces para los trastornos mentales, entre el 76 % y el 85 % de las personas de los países de ingresos bajos y medios no reciben ningún tratamiento para su enfermedad.

El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años en todo el mundo.

Los trastornos de depresión y ansiedad cuestan a la economía mundial 1 billón de dólares al año.

Cada año se producen 800 000 muertes por suicidio. 

Los trastornos de salud mental son especialmente frecuentes en las poblaciones afectadas por crisis humanitarias. 

Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)

"Medimos los conocimientos de los estudiantes sobre la depresión y su confianza a la hora de solicitar ayuda, y las cifras mejoraron en todos los sitios, incluso más cuando eran los propios compañeros quienes proporcionaban la información", dice Anthony, que ahora es socio del Club Rotario de Naples (Florida) y tesorero del Grupo de Acción de Rotary de Iniciativas de Salud Mental. En Nigeria, donde los problemas de salud mental especialmente estigmatizados y rara vez se habla de ellos públicamente, "hemos conseguido que la gente sea consciente de que el tratamiento es posible", afirma Anthony. En la India, donde algunas escuelas carecen de consejeros, el programa dio a conocer los contactos de los hospitales locales a los que la gente podía acudir en busca de ayuda y costea la formación de los profesores en materia de asesoramiento escolar. "Se empieza por los adolescentes, pero contamos con un taller de educación para padres que animamos a impartir en todas las escuelas", comenta. "Lo ideal es que esta ayuda esté disponible para todos".

Los rotarios que trabajan en este proyecto tienen la esperanza de que más clubes se dediquen a mejorar la salud mental. "La pertenencia a Rotary confiere legitimidad y autoridad a los rotarios en todo lo que hacen", dice Obialo. "Ellos se convierten así en una fuerza moral contra la estigmatización de las personas que sufren problemas de salud mental".

Obtén más información sobre el Grupo de Acción de Rotary sobre Iniciativas de Salud Mental en ragonmentalhealth.org.