Becaria de Rotary anima a los niños a perseguir sus sueños
Para su octavo cumpleaños, Janet Chvatal tuvo una cita con el diablo. «Mi madre me llevó a mi primera ópera cuando tenía 8 años», explica Chvatal. «Era Fausto de Goethe, la versión francesa de Charles Gounod. Fue tan intenso, cuando Marguerite era llevada al infierno y los demonios bailaban a su alrededor, y luego canta al cielo y es liberada porque es un alma pura. Fue un espectáculo visual y auditivo como nunca había visto antes. Todo lo que quería hacer a partir de entonces era involucrarme de alguna manera en las artes».

Su Beca de Buena Voluntad la ayudó a prepararse para su carrera musical. Ella es socia honoraria del Club Rotario de Beaverton.
Image credit: Jürgen Schall
Nacida en Florida, Chvatal creció en Beaverton, Oregón, y aunque cumplió su sueño de una vida en las artes, las cosas no salieron exactamente como lo planeó. «Soñaba con ser concertista de piano», afirma. «Y luego entré en la escuela secundaria y descubrí que los pianistas clásicos tienen que practicar de 10 a 12 horas al día. Los cantantes, sin embargo, tienen que practicar solo entre cuatro y cinco horas. Así que decidí que sería cantante».
Siendo una estudiante sobresaliente y una autodenominada «Streber», una palabra alemana que Chvatal define como alguien que se esmera por sobresalir, Janet avanzó resueltamente hacia su objetivo. Después de ganar varios concursos en la escuela secundaria, fue invitada a asistir a un taller exclusivo de vocalización en California junto con otros adolescentes destacados de todo el país. «Estaba segura de que sería un pequeño pez en un gran estanque», confiesa Chvatal. Sin embargo, resultó ser una de las estudiantes más prometedoras del taller.
Con la vista puesta en asistir a una universidad con un programa superior para el estudio vocal, Chvatal sabía una cosa con certeza. «Quería partir lo antes posible», afirma. «Todavía no había apreciado completamente lo que Beaverton me había dado». Esa comprensión llegaría con el tiempo.
En 1986, Chvatal concluyó cuatro años de estudios una escuela con programa un superior, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Boston, a la que asistió becada y se graduó summa cum laude. («Mi instinto Streber todavía estaba allí».) Mientras estaba en Boston, tomó talleres con el barítono bajo belga José van Dam y el compositor y director Leonard Be
Janet Chvatal
- Beca de Buena Voluntad de Rotary, Universidad de Música y Artes Escénicas, Viena, 1987
- El fantasma de la ópera, debut en Viena, 1990
- El proyecto El Príncipe de los deseos (The Wish Prince Project), 2019-actualidad. Más información
Lo que no le dijeron fue cómo podría hacerlo desde un aspecto financiero. «Entre mi tercer y último año en la universidad, comencé a solicitar becas», dice Chvatal. «Pensé en solicitar la beca Fulbright, y luego descubrí el Club Rotario de Beaverton». Con la ayuda del socio del club y futuro gobernador de distrito, Larry Huot (fallecido en 1998), Chvatal obtuvo una Beca de Buena Voluntad de Rotary. Con eso, pudo continuar sus estudios en la escuela de su elección: Die Hochschule für Musik und Darstellende Kunst (Universidad de Música y Artes Escénicas) en Viena.
«Fue un gran salto hacia un mundo nuevo», afirma Chvatal. «Pude continuar mi sueño de perfeccionar mi talento allí. Proporcionó la etapa final de aprendizaje que necesitaba para dominar mi oficio. No sé cómo lo habría hecho sin la ayuda de Rotary. Desde entonces soy una admiradora y gran agradecida.»

Janet Chvatal interpreta a Christine Daaé en El fantasma de la ópera
Cortesía de Janet Chvatal
Como cantante profesional, Chvatal continuó sobresaliendo. En 1990, hizo su debut en Viena como Christine Daaé en El fantasma de la ópera de Andrew Lloyd Webber, y obtuvo más papeles principales en óperas y teatro musical, así como una serie magistral de grabaciones. También crió a dos hijos, Cypress Joseph y Naia Leone, ambos exparticipantes en los Seminarios de Rotary para Líderes Jóvenes. («Cambió sus vidas», dice su madre).
Hoy Chvatal vive en Füssen, una ciudad alemana en los Alpes bávaros cerca del Castillo de Neuschwanstein, la estructura de cuento de hadas que inspiró el castillo de la Bella Durmiente en Disneylandia. «Es un lugar extraordinario para vivir», dice, «y me siento muy afortunada de tener ahora mi hogar permanente allí».
Pero Chvatal no ha olvidado a Beaverton. «Desde el momento en que oí el lema Dar de Sí Antes de Pensar en Sí», cuenta, «se ha quedado como una de las voces hermosas e inquietantes dentro de mi mente». Ahora empezaba a preguntarse cómo podía «poner herramientas en manos de los niños para que pudieran vivir sus sueños y alcanzar sus propias metas».
En Alemania, Chvatal escribió y produjo Der Schwanenprinz; de ese musical surgió un libro llamado, en su edición en inglés, The Wish Prince (El príncipe de los deseos). El encantador cuento de hadas anima a los niños a vivir sus sueños; un anexo de 15 páginas, que destaca los «5 Pasos de la Corona», demuestra cómo, con la ayuda de un padre o un amigo de confianza, los niños pueden hacer realidad esos sueños. Hasta la fecha, Chvatal ha regalado unas 20 000 copias de su libro, incluidas 5000 que está entregando a niños en el marco del proyecto El Príncipe de los deseos (The Wish Prince Project), una iniciativa que puso en marcha en 2019 junto con sus viejos amigos del Club Rotario de Beaverton.

En la actualidad, cuando viaja a Beaverton, Chvatal visita las aulas de las escuelas primarias junto a los socios de Rotary. Vestida con un dirndl tradicional bávaro, repasa el libro con los jóvenes estudiantes; incluso les canta su canción sobre El Príncipe de los deseos. Finalmente, pasa a las últimas páginas de su libro y relata una lección de su vida. «Les digo a los alumnos que quería contar una historia, pero que nunca se hace nada solo», afirma Chvatal. «Siempre necesitas ayuda, y estas son las personas que me ayudaron a alcanzar mi sueño de escribir este libro para ustedes».
Los primeros nombres que aparecen en la lista del libro son los de tres rotarios de Beaverton: Ralph Shoffner, Doug Taylor y Maureen Wheeler, además de un agradecimiento a todo el club, que, al patrocinar la Beca de Buena Voluntad de Rotary de Chvatal, impulsó la carrera de la soprano Streber y contribuyó a hacer realidad sus sueños.
Este artículo fue publicado originalmente en el número de septiembre de 2025 de la revista Rotary.
Rotary toma acción para empoderar a los docentes a fin de inspirar el aprendizaje a toda edad.
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