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Consolidación de la paz a todo nivel

Becario de Rotary pro Paz aplica a su vida lecciones aprendidas en Bogotá

Durante su infancia en Bogotá, Colombia, Lucas Peña quedó consternado al enterarse de que la violencia entre las fuerzas del gobierno y los grupos insurgentes había impedido a su familia visitar a sus parientes en otros lugares del país. 

Años más tarde en la universidad, estudió el conflicto desde un punto de vista que él llama “académico y analítico”. 

Fue hasta que se graduó y se sumó al esfuerzo para desmovilizar a los ex combatientes que empezó a entender realmente los asuntos que han provocado la violencia que ha asolado a esta nación por décadas. (En febrero, los miembros del grupo de insurgentes más grande del país comenzaron a entregar sus armas como parte de un acuerdo de paz con el gobierno).

Lucas Peña

Ilustración de Monica Garwood

Gracias a las Becas Rotary pro Paz, Peña obtuvo su Maestría en Conflicto, Seguridad y Desarrollo de la Universidad de Bradford, Inglaterra en 2015.

Ahora trabaja para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) como especialista en gobernanza de la tierra. Como socio del Club Rotario de Bogotá, Peña alienta a otros colombianos a convertirse en becarios pro Paz. Su estímulo está dando resultados: se seleccionó a otros cinco becarios pro Paz de Colombia para 2017.

P: Después de la universidad, comenzaste a trabajar con la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (MAPP/OEA) en Colombia, ayudando a monitorear el proceso de desmovilización de los grupos de la derecha. ¿Qué implicaba ese proceso y qué función cumpliste?

R: En esa época, los paramilitares estaban deponiendo sus armas, desmovilizando a sus combatientes y participando en procesos judiciales, todo esto a cambio de una pena de solo cinco a ocho años de cárcel. Como parte del proceso de desmovilización, el gobierno tuvo que emitir documentos de identificación a los ex combatientes porque, sin una identificación, no podrían reintegrarse a la sociedad. El gobierno les brindó además seguros de salud y educación.

Lo que hice fue rendir un informe sobre las condiciones de seguridad y el proceso de reinserción de los ex combatientes. Como parte del informe, hablé con funcionarios de gobiernos locales, militares, oficiales de policía y las víctimas.

P: ¿Cómo se relaciona tu trabajo actual en el Fondo Mundial para la Naturaleza con la paz?

R: Estamos trabajando en la formulación de una política para la provisión de tierras a los campesinos que viven en los parques naturales de Colombia. La carencia de tierras de los campesinos fue lo que los obligó a vivir en los parques nacionales ilegalmente. Hay suficientes tierras en Colombia, pero los mejores terrenos ya tienen propietarios; menos de 1% de la población es dueña de más de la mitad las mejores tierras de Colombia.

Esperamos que las respuestas de las políticas públicas incluyan la provisión de tierras, pero se debe garantizar también que los campesinos reciban tierras productivas y los medios para lograr su productividad. Resolver este problema es parte del acuerdo de paz al que llegó el Gobierno de Colombia con las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia], el grupo guerrillero más grande del país.

P: ¿Qué aprendiste de tu experiencia como Becario Rotary pro Paz?

R: La consolidación de la paz no solo es un asunto de las comunidades locales, sino también de la comunidad internacional; es una combinación de todos esos niveles. Otra lección que aprendí es que el mundo es cada vez más seguro, y que el número de personas asesinadas durante estos conflictos ha disminuido en proporción con la población. Es un proceso largo y lento, pero el mundo se está volviendo más seguro.

–Anne Ford

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