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Las mujeres y la polio

Por qué es importante tener en cuenta el género en todos los niveles de las labores de erradicación

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¿De qué manera las cuestiones de género obstaculizan la erradicación de la polio?  

Nuestro objetivo final es llegar hasta el último niño con la vacuna contra la polio. El papel que desempeña la madre y el padre para llegar a esos niños es muy importante, y debemos entender la dinámica entre ellos para lograr nuestro objetivo. Por ejemplo, una madre puede querer vacunar a su hijo, pero eso requeriría que pasara un día caminando hasta un centro de salud o un mercado, y es posible que no pueda hacerlo a menos que obtenga el permiso de su marido. O si su hijo cae enfermo y sufre una parálisis en el brazo o la pierna, la madre podría tener que pedir permiso a su marido para llevar al niño al centro de salud. Podría haber un retraso de varios días que afectaría nuestra capacidad para tomar muestras de heces y determinar si ese niño tiene polio o no.

¿Se vacunan más niños que niñas?

A nivel mundial, hay muy poca diferencia entre la vacunación de niños y niñas. También se observa una distribución más o menos igual de casos de polio entre niños y niñas. Pero las estadísticas mundiales pueden ocultar las disparidades a nivel local. Sabemos que hay comunidades a las que no se puede llegar; tenemos que entender por qué no estamos llegando a ellas. El género desempeña un papel enorme tanto en la oferta como en la demanda de inmunización. ¿Quién proporciona la inmunización, un hombre o una mujer? ¿Quién toma la decisión, la madre o el padre? ¿Y cómo trabajan juntos el vacunador y el responsable de la toma de decisiones?

¿Cuáles son los puntos clave de la estrategia de género que ayudó a desarrollar para la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio (GPEI)?

El programa contra la polio ha contratado normalmente a mujeres como trabajadoras sanitarias de primera línea porque, en algunas culturas, es más probable que las madres les abran la puerta. Pero las mujeres no solo deben formar parte de la implementación del programa. También deben formar parte de su diseño; deben ser supervisoras y líderes de equipo, y ocupar puestos a nivel de distrito para asegurarse de que estamos satisfaciendo las necesidades de las comunidades. También tenemos que entender por qué tenemos problemas para retener a las vacunadoras. Queremos que sigan trabajando con nosotros.

Debemos examinar nuestros datos de forma que nos permitan comprender mejor el programa y ver dónde puede haber lagunas. La recopilación y el análisis de datos desglosados por sexo nos ayudarán a comprender si las barreras relacionadas con el género nos impiden llegar a los niños con dosis cero —niños que no han recibido ninguna vacuna— y a perfeccionar la forma en que planificamos las campañas en esos países.

La nueva estrategia de la GPEI se centra en la participación de la comunidad. Estamos estudiando la oferta y la demanda en las comunidades. ¿Cómo creamos una demanda que garantice que los padres quieran llevar a sus hijos a vacunar? Tenemos que asegurarnos de que los servicios de inmunización ofrecidos sean aceptables para los padres.

Además del género, ¿hay estrategias que se centren en otros tipos de diversidad?

También buscamos la participación de las personas con discapacidad. Y el género también abarca la situación económica: muchas disparidades de género son mucho más pronunciadas en los diferentes niveles económicos, así como en los diferentes grupos étnicos y de edad. Por ejemplo, el poder de decisión de las mujeres de los países en vías de desarrollo que no tienen estudios es más limitado, lo que repercutirá en su capacidad para tomar decisiones sobre la atención sanitaria de la familia. Todas esas cosas interactúan.

En el último tramo de la erradicación, no debemos dejar ninguna piedra sin remover para entender qué niños nos faltan y por qué. El análisis del género es una forma más de asegurarnos de que estamos llegando a todos los niños. Los padres tienen un papel tan importante como el de las madres. ¿Cómo podemos superar las barreras para que los hombres participen en el proceso de toma de decisiones y permitan que sus hijos sean vacunados?

Rotary está muy bien posicionado para liderar el asunto de género. No es una cuestión de mujeres, es una cuestión de todos.

Este artículo se publicó originalmente en el número de diciembre de 2021 de la revista Rotary.

Los roles y las normas de género son poderosos determinantes de los resultados sanitarios y de la lucha para poner fin a la polio.