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La buena nutrición y el cuidado de la salud antes del segundo cumpleaños de un niño son vitales para su futuro.

Clubes rotarios se asocian con la Alianza Maya de la Salud para ayudar a 140 madres y niños guatemaltecos a evitar la malnutrición

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La mayoría de los padres primerizos marcan el progreso de su bebé mediante una serie de hitos: su primera sonrisa, su primera palabra, sus primeros pasos. Pero los pediatras se centran en un hito que quizá no sea tan familiar: los primeros 1000 días.

La frase es una forma abreviada de referirse al período comprendido entre la concepción y el segundo cumpleaños de un niño. Este es un período de importancia crítica en el que la nutrición, o la falta de ella, puede tener consecuencias para toda la vida. Las investigaciones realizadas sobre el desarrollo infantil han demostrado que cuando las madres y los niños están mal alimentados durante esta etapa, el impacto adverso en el desarrollo físico y mental de los niños puede tener consecuencias que duran toda la vida. Lamentablemente, gran parte de ese daño no puede revertirse nunca, ni siquiera con intervenciones posteriores.

Una de las áreas de interés de Rotary es la protección de madres e hijos.

Obtén más información.

En su ensayo para la revista Rotary, Hunger hits home: The pandemic reminds us that food insecurity isn’t just ‘over there’, Roger Thurow nos habla sobre el hambre en un mundo afectado por el coronavirus.

En 2010, con el apoyo de los gobiernos de los Estados Unidos e Irlanda, la Fundación Bill y Melinda Gates y otras organizaciones, se fundó una organización sin fines de lucro llamada 1000 Días con el objetivo de hacer de la nutrición y la salud infantil una prioridad política y presupuestaria en todo el mundo. Roger Thurow, exreportero del Wall Street Journal, también examinó este concepto en su libro de 2016 The First Thousand Days (Los primeros mil días). Thurow, investigador principal sobre alimentación y agricultura mundial del Chicago Council on Global Affairs (Consejo de Chicago para Asuntos Mundiales), dice que el retraso en el crecimiento es un problema complejo que requiere soluciones en varios frentes. Incluso cuando los alimentos son abundantes, dice, la falta de saneamiento o la falta de agua potable puede causar diarrea u otras enfermedades que impiden que un niño retenga los nutrientes.

En una zona rural montañosa de Guatemala, donde los cultivos básicos (principalmente el maíz) no proporcionan suficientes nutrientes, el hambre y la malnutrición son comunes. Aproximadamente un millón de niños guatemaltecos menores de cinco años experimentan un retraso en el desarrollo corporal y cerebral. Se considera que los niños tienen un retraso en el crecimiento cuando su estatura para su edad es más de dos desviaciones estándar por debajo de la media del Patrón de Crecimiento Infantil de la Organización Mundial de la Salud (página en inglés), pero el problema va más allá de ser simplemente pequeños para su edad. “Ellos comienzan a andar, a hablar y a leer más tarde de lo normal”, explica Anne Kraemer Diaz, directora ejecutiva de Wuqu’ Kawoq, también conocida como Maya Health Alliance (Alianza Maya de la Salud). "El retraso en el crecimiento afecta a sus posibilidades de aprendizaje a lo largo de la vida. Los hace propensos a la diabetes de tipo 2 y a la hipertensión. Estos niños se enfrentan a toda una vida de pobreza y a grandes impedimentos".

Los niños que reciben la nutrición adecuada en los primeros 1000 días:

  • Tienen más probabilidades de nacer con un peso saludable
  • Tienen un menor riesgo de padecer muchas dolencias y enfermedades, incluyendo la obesidad y la diabetes de tipo 2
  • Serán mejores estudiantes y tendrán menos problemas de comportamiento en el jardín de infantes
  • Disfrutarán de una mejor salud y seguridad económica en la edad adulta

Fuente: thousanddays.org

Según explica Díaz, además de la pobreza persistente, los efectos incluyen mayores costos de atención de la salud y economías más débiles. En 2010, la Maya Health Alliance comenzó a trabajar específicamente para ayudar a las madres y los niños a evitar la malnutrición.

La alianza envía trabajadores de la salud a los hogares de más de 750 familias para entrevistarlas, medir y pesar a sus bebés, y proporcionarles alimentos, como huevos y frijoles, medicamentos antiparasitarios, información sobre formas de vida saludables y paquetes de micronutrientes.

"El impacto de la malnutrición en el desarrollo del cerebro es crucial en esos dos primeros años de vida del niño. Es entonces cuando se produce el desarrollo masivo del cerebro", dice Joanne Rosener socia del Club Rotario de Rochester Risers en Minnesota, el cual trabaja con la Maya Health Alliance en un ambicioso proyecto de subvención global a largo plazo para mejorar la nutrición de 140 familias guatemaltecas. En esta iniciativa participan más de una docena de clubes rotarios.

La Maya Health Alliance y Rotary han ayudado a familias guatemaltecas a disfrutar de los beneficios de los huertos elevados, los cuales pueden proporcionar un mejor drenaje y una temporada de crecimiento más larga, y requieren menos labores de desherbado y mantenimiento, que un huerto normal.

Cortesía de Maya Health Alliance

Los pasos para mejorar la nutrición pueden ser tan sencillos como animar a la gente a plantar huertos. Los clubes han proporcionado financiación para huertos que suministran a las familias una gama de alimentos saludables a los que de otra manera no tendrían acceso.

Díaz describe la región como un desierto de comida: "Aunque haya comida a su alrededor, todo es un solo cultivo". Ese cultivo es el maíz, que es un alimento básico de la dieta tradicional, pero que por sí solo no proporciona los nutrientes que un niño necesita para desarrollarse adecuadamente.

La Maya Health Alliance trabaja con las familias para elegir lo que plantarán, ayudarles a construir los huertos y enseñarlas a cultivar. Los trabajadores de la salud también enseñan prácticas sostenibles como el ahorro de semillas y los cultivos intercalados, práctica que consiste en sembrar diferentes cultivos en estrecha proximidad para obtener un mayor rendimiento.

Los clubes rotarios cubren el costo de los materiales y suministros para los huertos, la compra y mantenimiento de un camión y una computadora portátil, y los servicios de un agrónomo y trabajadores de la salud de la comunidad.

Los huertos que se encuentran en las casas de las familias, están diseñados para producir rendimiento con el menor trabajo y gasto posible. "Son huertos elevados, por lo que necesitan menos agua y no son tan propensos a las malas hierbas", dice Rosener, cuyo club se conectó con la alianza a través de un dietista de Rochester que se enteró sobre el problema del retraso en el crecimiento durante una visita a Guatemala.

Díaz informa que sus esfuerzos están teniendo un impacto positivo. El porcentaje de hogares con probabilidades de padecer inseguridad alimentaria se redujo del 51 por ciento de su nivel de referencia durante el año pasado al 30 por ciento en el seguimiento realizado a los seis meses, y luego aumentó ligeramente al 31 por ciento en el seguimiento tras 12 meses. "A los seis meses de plantados los huertos, las familias tenían dietas más diversas y comían con más frecuencia", explica.

Los 10 elementos básicos para la nutrición durante los primeros 1000 días

  • Una dieta nutritiva para las madres durante el embarazo
  • Lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses
  • Alimentos adecuados incorporados a las dietas de los bebés en los momentos adecuados
  • Tiempo libre pagado para que los padres que trabajan cuiden de sus recién nacidos
  • Acceso constante a suficientes alimentos nutritivos para las familias con niños pequeños
  • Buena atención para todas las madres durante el embarazo
  • Atención y alimentación adecuada para los bebés y niños pequeños
  • Una dieta sana y nutritiva para los bebés y niños pequeños
  • Conocimientos y habilidades adecuados para que los padres y cuidadores alimenten adecuadamente a los niños pequeños
  • Inversión de la sociedad en el bienestar de cada bebé y niño pequeño

Fuente: thousanddays.org

Una de las participantes en el programa es María (nombre ficticio), madre de tres niños pequeños, entre ellos un bebé. Ella y su marido, un albañil, viven con 14 miembros de su familia extendida. Si bien Chuti Estancia, la pequeña aldea del sur de Guatemala donde vive María, tiene muchos agricultores, Díaz dice que la mayor parte de los alimentos que se cultivan allí son para la exportación, y los agricultores no están capacitados para cultivar una variedad de alimentos.

Hablando a través de un intérprete, María dice que el nuevo huerto de la familia ha ayudado a sus hijos de muchas maneras. "Ellos están creciendo mucho mejor en altura y peso", dice. "Ahora se enferman menos, y creo que eso se debe a que están consumiendo más verduras y alimentos saludables".

El programa también ha ayudado a la familia a ahorrar dinero en alimentos. "Aprendimos a sembrar y cosechar, y consumimos todo", dice María. "Ahorramos dinero al no tener que comprar verduras, y comemos alimentos orgánicos, ya que no usamos ningún fertilizante químico".

Rosener dice que los clubes rotarios involucrados se han comprometido a apoyar la Maya Health Alliance a largo plazo, y está satisfecha de que los huertos hayan dado resultados positivos. "Sabemos que los niños no están perdiendo terreno", comenta. "Sabemos que están progresando, pero revertir los efectos de la desnutrición no es algo que ocurra de la noche a la mañana".

El problema del retraso en el crecimiento no se limita a Guatemala. Según el Informe de Nutrición Mundial publicado en 2018, los países con más niños con retraso en el crecimiento son la India con 46,6 millones, Nigeria con 13,9 millones y Pakistán con 10,7 millones.

Roger Thurow aplaude el enfoque adoptado por los rotarios para abordar el problema del retraso en el crecimiento en Guatemala. Los huertos para los residentes ayudarán ahora y seguirán ayudando en el futuro. Al buscar soluciones sostenibles a largo plazo, dice, los rotarios "apoyan a la comunidad y no se limitan a dar limosnas".

Obtén más información e involúcrate con el Grupo de Acción de Rotary de Salud reproductiva materno-infantil en rifpd.org.

• Este artículo fue publicado originalmente en el número de noviembre de 2020 de la revista Rotary.


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