Skip to main content

Integrante de Rotaract promueve la paz a través de los parques

Yesenia Uribe, integrante del Club Rotaract de Juárez Integra, vio que había parques abandonados y vandalizados en su ciudad natal de Ciudad Juárez en México. Yesenia, de 29 años de edad, pensó que estos espacios descuidados y la comunidad circundante merecían algo mejor. Se preguntó si al rehabilitar estos espacios públicos, se podría ayudar a reducir la alta tasa de criminalidad y violencia de la ciudad. “Siempre he tenido el deseo de realizar proyectos que dejen algo concreto en el mundo”, nos cuenta.

 

Ilustración de Viktor Miller Gausa

Después de participar en un programa de capacitación para jóvenes líderes comunitarios llamado “Un México más fuerte, Pilares de Paz Positiva", el cual contó con el apoyo de una subvención global de Rotary, Yesenia involucró a su club para rescatar estos espacios y crear murales dedicados al tema de la paz. 

¿Cómo surgió la idea de este proyecto?

Siempre me ha preocupado la situación de violencia en mi comunidad. Ciudad Juárez [ubicada en la frontera con los Estados Unidos] es tristemente conocida por su alta tasa de criminalidad. Existen situaciones difíciles relacionadas con el narcotráfico, lo que ha generado una atmósfera de inseguridad. Quería aprender más acerca de cómo podía poner en práctica la paz en mi comunidad. Es por eso que presenté una solicitud para participar en un taller llamado “Un México más fuerte, Pilares de Paz Positiva”, el cual brinda las herramientas y los conocimientos necesarios para promover la paz.

Ciudad Juárez tiene muchísimos parques en mal estado, abandonados y vandalizados. Necesitábamos recuperar los espacios públicos para que la comunidad tuviera lugares dónde reunirse. Queríamos proporcionar parques que fueran atractivos por lo que empezamos la labor de rehabilitación de los parques. Posteriormente, pintamos murales dedicados a la idea de la paz. El proyecto fue una manera de unir a la comunidad a través del arte y de las actividades de restauración. Nos tomó casi un año pintar 10 murales. Cada mural tiene un diseño diferente, pero todos se enfocan en el tema de la paz y transmiten un mensaje positivo. 

¿Qué retos enfrentaste al trabajar en este proyecto?

Al principio, solo los integrantes del Club Rotaract Juárez Integra trabajaban para restaurar los parques y pintar los murales. Luego los vecinos se nos unieron, y otras organizaciones y artistas locales se ofrecieron a pintar algunos murales.

El obstáculo más grande fue la apatía. Siempre es complicado hacer que una comunidad apática participe. Muchas personas no querían ayudar porque no obtenían algo a cambio. Para cambiar esa mentalidad, tuvimos que dar el ejemplo, y poco a poco se nos unieron más participantes.

¿Cuál ha sido la reacción a este proyecto?

El proyecto ha tenido un gran impacto en nuestra comunidad. Lugares que lucían totalmente abandonados y vandalizados se convirtieron en espacios de reunión para la comunidad.  El proyecto también tuvo un gran impacto en mis compañeros del club Rotaract. El realizar actividades artísticas y ver grandes avances hacia nuestras metas nos ayuda a mantenernos entusiasmados con nuestro trabajo comunitario.

¿Qué aprendiste de esta experiencia?

Aprendí que para realizar proyectos y cambios duraderos no se necesita mucho, solo la firme convicción de lograrlo, objetivos claros y un buen equipo de trabajo. En el programa de capacitación sobre la paz positiva, nos hicieron escribir una carta a nuestro yo del futuro; en ella escribí todo lo que esperaba realizar con los conocimientos adquiridos. En ese momento no sabía qué proyectos iba a emprender. Pero cuando leo la carta ahora, siento que cumplí con cada uno de las metas que escribí.

— Claudia Urbano

• Lee más historias de la revista The Rotarian