Skip to main content

De supervivientes del terremoto a proveedores de ayuda

Skip to main content

Por

Onur Karabay y su familia dormían cuando, poco después de las 4 de la madrugada del 6 de febrero, el terremoto más devastador que haya sacudido su país en más de un siglo sacudió el suelo bajo su edificio de seis plantas. 

«Durante un minuto y medio, el edificio tembló violentamente», recuerda Karabay, socio del Club Rotario de Gaziantep Ipekyolu.  

Su ciudad, Gaziantep, en el sur de Turquía, se hallaba próxima al epicentro. Él y su mujer corrieron a por sus dos hijos, después recogieron todo lo que pudieron -zapatos, chaquetas, teléfonos, llaves- y se dirigieron a la puerta, cuando se produjo la primera de las réplicas. 

Lograron salir del edificio y se refugiaron en una casa de una sola planta en una zona rural a las afueras de la ciudad. Allí, Karabay y su familia duermen en una habitación con otras 25 personas para conservar el calor. No hay electricidad y las temperaturas de las noches de finales de invierno caen por debajo del punto de congelación. 

El terremoto de magnitud 7,8 y los cientos de réplicas han causado la muerte de decenas de miles de personas en Turquía y Siria, y han reducido a escombros enormes áreas de varias ciudades. 

Al igual que decenas de miles de turcos y sirios que perdieron sus hogares y pertenencias pero lograron escapar con vida, Ahmet İlker Suat, presidente del Club Rotario de Gaziantep-Alleben, no tiene adónde ir.  Duerme en su automóvil con su esposa y su hija. 

«Mucha gente duerme a la intemperie», comenta. «No hay baños, no hay agua. Hace mucho frío. La gente enciende hogueras para calentarse».  

A pesar de estas penurias, Karabay y Suat se pusieron rápidamente en contacto con otros socios de Rotary de su ciudad y de todo el país para prestar ayuda a personas que, como ellos, lo han perdido todo. 

En Gaziantep, han establecido un centro de distribución de ayuda en una escuela propiedad del hermano de un rotario. Allí convirtieron las aulas y pasillos en dormitorios, proporcionan comidas para 500 personas al día y ponen los baños a disposición del público.   

Además, rotarios de otras partes del país transportan en camiones alimentos, agua, ropa, mantas y otros artículos de primera necesidad a ciudades y pueblos de toda la zona afectada por la catástrofe.  

En Adana, otra de las ciudades más afectadas, camiones cargados de suministros llegan al patio de carga Kazim Apa, socio del Club Rotario de Adana. 

«La gente nos envía suministros de todas partes», asegura. Él y otros voluntarios transfieren los artículos a vehículos más pequeños para proceder a su distribución porque los camiones más grandes no pueden circular por las áreas destruidas. 

Por la noche, debido a la falta de electricidad, las ciudades quedan sumidas en la oscuridad. 

«Tienes que usar la luz de tu teléfono móvil para orientarte», explica Apa, mientras describe la situación que se vive en Hatay, donde vive su madre.  «Allí la gente hace cola para cargar sus teléfonos con baterías de automóvil y llamar a sus familiares para pedir ayuda». 

A nivel nacional, los clubes rotarios de Turquía han donado tiendas de campaña, ropa y calefactores, y están tratando de adquirir contenedores de transporte que puedan convertirse en refugios improvisados. Los líderes de Rotary están en comunicación permanente con ShelterBox y Hábitat para la Humanidad Internacional, a fin de brindarles apoyo y un invaluable conocimiento del terreno.   

Pocas horas después del terremoto, Jennifer Jones, presidenta de RI, se comunicó con los distritos rotarios afectados y alentó a los gobernadores de la zona a solicitar subvenciones del Fondo de Respuesta ante Catástrofes y a compartir información sobre sus labores de socorro, para que Rotary pueda amplificar sus solicitudes de ayuda.

Si bien sigue necesitándose urgentemente ayuda, los rotarios como Apa se sienten reconfortados por la determinación y capacidad de recuperación de sus socios. 

«Nuestras raíces crecerán en esta tierra», afirma.

Dona al Fondo de Reespuesta ante Catástrofes: las contribuciones a este fondo ayudan a los clubes y distritos a proporcionar fondos para las labores de recuperación y reconstrucción.